FAIT VIVIR
Colombia, 2019, 76 min.
Director: Óscar Ruiz Navia.
Guion: Óscar Ruiz Navia, Juan Sebastián Mejía.
Fotografía: Óscar Ruiz Navia, Vincent Biron.
Montaje: Felipe Guerrero, María Alejandra Briganti.
Intérpretes: Manuk Aukan Mejía Ruiz, Carmen Ruiz Navia, Juan Sebastián Mejía, Anina Ixchel Mejía Ruiz.
Sinopsis: “En un pueblo perdido del trópico, un gobernante prohibió los bailes, los cantos y las fiestas. Hasta que llegaron los Giróvagos: un grupo de gitanos que trajo color y música, y se gestó una revolución”. Así comienza Makondo, una performance creada por la Gypsy Kumbia Orchestra –agrupación formada por dieciocho músicos, bailarines y artistas circenses de etnia gitana procedentes de distintas partes del mundo– que ha iluminado con su espectáculo diversas localidades ensombrecidas por décadas de lucha armada.
A través de los ojos de Manuk, un niño de cinco años, Fait Vivir muestra la leyenda de este proyecto extraordinario, entrelazando de forma imaginativa y poética la puesta en escena de la obra con el recorrido de la GKO a través de varias ciudades y pueblos de Colombia. En su viaje, la cámara de Ruiz Navia registra la cotidianidad de sus creadores, abriendo una ventana a la realidad de un país herido por las secuelas del conflicto mientras desvela con su movimiento el sueño profundo que alimenta Makondo: una invitación a la libertad del cuerpo y la sanación del espíritu por medio del arte.
“En 2012 viajé a Montreal a conocer a mi sobrino Manuk, y allí mi hermana y mi cuñado (Carmen Ruiz y Juan Sebastián Mejía) me presentaron el proyecto artístico que estaban empezando, la GKO. Me impresionó, y decidí que quería hacer una película. (…) Ellos planearon esa gira por el Caribe no para hacer conciertos y llevarse plata, sino para encontrarse con los tambores africanos y las gaitas. (…) Se imaginaban como la versión contemporánea de aquellos trotamundos que llegaron al Macondo de Gabriel García Márquez con el invento más hermoso del mundo: el hielo. (…) Me invitaron a acompañarlos en una gira por Colombia, y decidí que quería ir más allá, hacer algo más profundo: pasaron dos años consiguiendo recursos y escribiendo el guion. (…) Esta es una película anticovid, invita a besarse, a abrazarse, a viajar (…) la gente está confinada, no tiene acceso a sus seres amados, y el alma de ese relato radica en el amor y la familia, en compartir.”
Festivales y Premios:
FICCALI – Festival Internacional de Cine de Cali (Colombia): Premio del Público “Cali Ciudad Abierta”.
Festival Biarritz Amérique Latine (Francia).
BIFF – Festival Internacional de Cine de Bogotá (Colombia).
Muestra Internacional Documental de Bogotá – MIDBO (Colombia).
Transcinema Festival Internacional de Cine (Perú).
Festival Internacional de Cine UNAM – FICUNAM (México).
CLAUSURA IBÉRTIGO (I)
ÓSCAR RUIZ NAVIA
Óscar Ruiz Navia en la Casa de Colón, durante Ibértigo 2016. Foto: Ángeles Pérez
Considerado una de las figuras más relevantes del nuevo cine colombiano, Ruiz Navia nació en Cali en 1982. Estudió en la Escuela de Cine de la Universidad Nacional de Colombia y, posteriormente, se graduó en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Valle. En esos años, codirigió los cortometrajes Tres libras: música para enfermos (2002), junto a Mauricio Vergara y Luis Henao; Los hijos de la bestia (2005), junto a Sofía Oggioni; Sunrise (2003), junto a William Vega; y Licuefacción (2008), junto a Néstor Ríos; acreditándose como asistente de dirección del largometraje Perro come perro (Carlos Moreno, 2008) y asistente de fotografía en El Rey (Antonio Dorado, 2004) y Yo soy otro (Oscar Campo, 2008).
Tras debutar en solitario como realizador con el corto Al vacío 1,2,3 (2006) y la pieza documental En la barra hay un cerebro (2008), estrenado en el Festival de Cine de Locarno, dio el salto a la dirección de largometrajes con El vuelco del cangrejo (2009), por el que obtuvo, entre otros galardones, el premio FIPRESCI en la sección “Fórum” de la Berlinale. En 2013, su corto Solecito –realizado con el apoyo del artista danés Olafur Eliasson y el Tate Modern de Londres– se estrenó en la Quincena de los Realizadores de Cannes, siendo premiado en Biarritz y São Paulo. Con su segundo largometraje, Los hongos (2014), se alzó con el Premio Especial del Jurado en Locarno. Entre sus últimos trabajos destacan el filme Epifanía (2016) –codirigido con la sueca Anna Eborn–, los documentales El Peñón (2016) y Fait Vivir (2019), las series televisivas Leonor (2019) y Turbia (2021), y el corto documental Coffee Defenders. Este último, financiado por la compañía cafetera Lavazza para mostrar su proyecto de reconversión sostenible de las plantaciones de coca de la región colombiana de Meta en cafetales autogestionados.
Ruiz Navia, que ha sido también coordinador del Cineclub “Cine de autor” en la Fundación de Artes Visuales “Lugar a Dudas”, fundó en 2006 “Contravía Films”, una plataforma de experimentación fílmica que se ha convertido en una de las compañías de cine independiente más celebradas de Latinoamérica. Además de sus propias películas como director, “Contravía” ha producido los cortometrajes Escondite (2007), Migración (2008) y Flores (2012), dirigidos por Marcela Gómez Montoya; A solas (2008), de Ingrid Pérez; Simiente (2011), de William Vega; y Nelsea (2013), de Felipe Guerrero. Pero es en el campo del largometraje donde la compañía ha obtenido un mayor reconocimiento. Sobre todo, gracias a la buena acogida internacional de proyectos como La Sirga (William Vega, 2012), presentada en la Quincena de Realizadores de Cannes; Siembra (Ángela Osorio y Santiago Lozano, 2015), que compitió en la sección “Cineastas del Presente” en Locarno; o la coproducción Tormentero (Rubén Imaz, 2017).