Despoblados
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España, 2019, 15 min.
Dirección: Marta Lallana, Raül Refree.
Guion: Marta Lallana, Raül Refree.
Montaje: Víctor Diago.
Sinopsis: Tras componer la banda sonora de la película Ojos Negros (2019), el músico Raül Refree ideó junto a la codirectora del filme, Marta Lallana, la grabación de una pieza audiovisual que integrara imágenes de la España vacía con música en vivo interpretada por el propio Refree. El resultado es un homenaje a los pueblos abandonados del interior y un canto a la memoria.
Fotograma de ‘Despoblados’ con Raül Refree
Lallana recurre al montaje de apropiación para componer una secuencia de imágenes fantasmagóricas del mundo rural. Las tomas de archivo se suceden como ruinas de un tiempo extinguido. Leves ecos de un pasado que ya no nos pertenece, pero cuya visión despierta fascinación y extrañeza en quien lo contempla. La grabación en vivo de los acordes compuestos e interpretados por Refree para acompañar la proyección del vídeo se realizó durante la exhibición de Ojos Negros en la Sección Talens del Festival Internacional de Cinema d’Autor de Barcelona.
Director: Raül Fernández Miró (Barcelona, 1976) se integró en diferentes grupos del panorama musical barcelonés como Corn Flakes, Romodance, Sitcom y Élena, antes de iniciar su carrera en solitario bajo el nombre artístico de Refree en el año 2002. A su trayectoria personal se suma su labor como productor musical, que le ha llevado a colaborar con artistas como Christina Rosenvinge, Kiko Veneno, Mala Rodríguez o Rosalía. También ha compuesto bandas sonoras para cine y televisión, principalmente en el ámbito del audiovisual catalán, donde desde 2009 su nombre ha venido apareciendo de forma regular en películas como Et dec una nit de divendres (Dimas Rodríguez, 2013), Line-Up (Álex Juliá, 2014) y Ojos Negros (Marta Lallana e Ivet Castelo, 2019).
Directora: Marta Lallana (Zaragoza, 1996) es graduada en Comunicación Audiovisual por la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Tras participar como directora de fotografía en el cortometraje El arquero (2016), produce, escribe y codirige, junto a Ivet Castelo, la película Ojos Negros (2019), de la que nacería también su siguiente trabajo: Despoblados, una pieza audiovisual creada en colaboración con el músico Raül Refree. En los últimos años ha compaginado su pasión por la fotografía con su trabajo en la productora barcelonesa Nanouk Films, coguionizando entre otros el cortometraje Restos de cosas (2018) de Salvador Sunyer y Xavier Bobés.
UNA CITA CON…
MARTA LALLANA
La memoria de la España vacía ocupa un lugar destacado en la todavía breve filmografía de la realizadora aragonesa Marta Lallana, reciente ganadora, junto a Ivet Castelo, de la Biznaga de Plata en el pasado Festival de Málaga dentro de la sección ZonaZine, destinada a promover las nuevas promesas del cine independiente iberoamericano. Nacida en 1994 en Zaragoza, Lallana realizó el bachillerato artístico en la Escuela de Arte de su ciudad natal antes de trasladarse a Barcelona para cursar estudios de Grado en Comunicación Audiovisual por la Universitat Pompeu Fabra. Durante esta etapa universitaria coincidirá con Ivet Castelo (Vic, 1995), con la que participa en diferentes producciones audiovisuales y con quien firmará más tarde su debut como guionista y realizadora de largometrajes en Ojos Negros (2019). El proyecto surgió, de hecho, como parte del Trabajo Final de Grado que ambas realizaron junto a Iván Alarcón y Sandra García (a la sazón coautores del guion y la idea original) durante el último año de carrera en la UPF.
La sofocante quietud del paisaje aragonés en el que se desarrolló el rodaje de la película, acoge una visión a la vez emotiva y desconcertada de la realidad agónica de la vida rural. Y es que, tanto Ojos Negros como la pieza audiovisual Despoblados (2019), creada por Lallana en colaboración con el compositor Raül Refree, destilan una sensación de cálido encantamiento frente a la desolación de los paisajes despoblados. Una suerte de empatía por la ruina que se deja seducir por los postreros estímulos de un mundo que se agota, y que, sin embargo, no puede ni debe interpretarse como el fruto de una pulsión melancólica o nostálgica por el pasado. Su origen se sitúa más bien en el extrañamiento que provocan las imágenes y sonidos testimoniales de un tiempo, el de la vida familiar en las comarcas agrarias y ganaderas del interior, que no le pertenece. Un tiempo del que proceden en su mayoría las nuevas generaciones urbanas, pero en el que estas, tras décadas de separación física y emocional, ya no se reconocen.
«[Ojos Negros] Es el pueblo donde viven mis abuelos y nació mi madre. Con el pueblo yo tenía una especie de desconexión que siempre me desconcertaba. Cuando iba, no conocía a los habitantes, pero ellos siempre sabían quién era yo. Yo era “la nieta de” o “la hija de”. Era una desconexión que me atraía y que quería explorar. (…) El contexto son las familias separadas que se han tenido que ir del pueblo mientras otros se quedan para cuidar de los padres. Me parecen muy interesantes esas fracturas familiares que ocurren porque tienes que dejar el lugar donde has crecido en busca de algo mejor y cómo cambian las relaciones entre los familiares porque existen ciertos rencores».
En paralelo a su carrera como cineasta, Marta Lallana ha venido desarrollando su pasión por la creación de imágenes a través de la fotografía. En el año 2016 fue seleccionada para participar, junto a otros once finalistas, en el concurso europeo Master of Photography, emitido durante ocho semanas por la cadena Sky Arts, y en el que fue tutorizada por conocidos artistas del medio como Bruce Gilden, Alex Webb o David Lachapelle.