La Asociación de cine Vértigo dedica el mes de febrero de 2018, en el CICCA de Las Palmas de Gran Canaria, a un escritor cuyo universo ha trascendido los libros, con un imaginario lleno de referentes universales y sin fecha de caducidad, Julio Verne. Es el segundo autor más traducido del mundo después de Agatha Christie y se le considera uno de los padres de la ciencia ficción. El mundo del cine tiene mucho que agradecer al escritor francés. La grandiosidad de su mente ideó situaciones y mundos fantásticos. 33 novelas de Verne han sido llevadas al cine, se han hecho 95 películas en varios idiomas, además de numerosas series para televisión.
Estas son las películas basadas en los libros del autor que hemos seleccionado y sus fechas de proyección, en horario de 18:30 horas y con entrada libre:
- 20.000 leguas de viaje submarino de Richard Fleischer, 1954. (Lunes 5 febrero 2018)
- La vuelta al mundo en ochenta días de Michael Anderson, 1956. (Lunes 19 febrero 2018)
- Los hijos del Capitán Grant de Robert Stevenson, 1962. (Lunes 26 febrero 2018)
Sin ser un inventor, gran viajero o aventurero, este escritor francés en la senda de Salgari, Stevenson o H.G. Wells, anticipó con gran acierto en sus relatos fantásticos algunos de los avances tecnológicos del siglo XX, como la televisión, los submarinos, las naves espaciales o los helicópteros. Por ello Jules Verne (1828-1905) es considerado uno de los grandes precursores de la literatura moderna de ciencia ficción.
Sin embargo, hoy ya no se lee a Julio Verne como antes, pero durante mucho tiempo, casi hasta el final del siglo XX, su universo literario trascendió sus novelas y logró conformar el imaginario colectivo universal a base de viajes por tierra, mar y aire al centro de la tierra, a la luna, al fondo submarino y a los confines de la tierra. Todo ello en una época donde aún había espacio para grandes gestas, aventuras y descubrimientos, porque los mapas de los seis continentes todavía contenían grandes espacios en blanco y no existían ni los teléfonos móviles ni el GPS. Así, sus novelas, perfectamente documentadas, cartografiaron el mundo conocido y abrieron las puertas de otros mundos fantásticos o intuidos. Verne quiso explicar los descubrimientos científicos de su época, dando rienda suelta a las posibilidades de su presente, mientras que hoy estas utopías científicas han sido sustituidas, recogiendo el sentido de los tiempos, por distopías tecnológicas mucho más pesimistas.
Verne fue un gran divulgador, pues casi todas sus novelas están ambientadas en sus días, pero supo recoger el espíritu viajero de la época, marcado por el optimismo ante los retos, y lo plasmó en sus novelas, que a su vez también influyeron en otros exploradores. Al fin y al cabo, las escribió en una época de gran esperanza, donde se creía que todo era posible, que el mundo podía ser conocido y dominado gracias a la fe en la ciencia. Esa época terminó con las dos Guerras Mundiales, cuando la humanidad se dio cuenta de que los grandes descubrimientos acaban usándose o convertidos en armas dirigidas a destruir al ser humano.
El universo de Verne, segundo autor más traducido del mundo, quedó plasmado en más de 50 novelas, de las cuales menos de la mitad han sido llevadas al cine en numerosas ocasiones, dando lugar a más de cien películas y series para TV.
De hecho, desde sus orígenes el cine encontró en el imaginario verniano un espacio fértil, potente y muy conocido, para ser traducido a imagen en movimiento. Tal es así que la obra de Verne fue inmediatamente adaptada al cine, poniéndose en imágenes sus páginas más visionarias por un buen puñado de pioneros como Georges Méliès o Segundo de Chomón. Asimismo, una vez que el producto de su creación terminaba por convertirse en realidad cotidiana, su obra fue asimilada por la maquinaria hollywoodiense transformándola en simple entretenimiento para toda la familia.