La Asociación de cine Vértigo organiza en marzo de 2019, mes de la mujer, en el CICCA de Las Palmas de Gran Canaria, Fundación La Caja de Canarias, el ciclo "Kathryn Bigelow. En tierra de hombres", homenajeando así a esta realizadora que entró en los libros de historia como la primera (y única) mujer en ganar un Óscar a la Mejor Dirección.
Los títulos seleccionados y sus fechas de proyección, en horario de 18:30 horas y con entrada libre, son:
"The loveless" de Kathryn Bigelow y Monty Montgomery, 1982, y "Los viajeros de la noche" de Kathryn Bigelow, 1987. (Lunes 11 de marzo)
"La noche más oscura" de Kathryn Bigelow, 2012. (Lunes 18 de marzo)
Desde su debut en la dirección a principios de los 80 (tras unos inicios en el mundillo artístico californiano y neoyorquino), Kathryn Bigelow tuvo que enfrentarse a un desafío obvio en la industria cinematográfica: la infrarrepresentación de las mujeres en todos los ámbitos del negocio, muy especialmente la realización. Hasta principios de los 70, apenas podían contarse con los dedos de una mano las directoras (Lois Weber, Dorothy Arzner, Ida Lupino) que habían dispuesto de oportunidades en los estudios, aunque algunos nombres estaban creándose un hueco para su obra en los márgenes (Shirley Clarke o Barbara Loden) o abriendo sendas desde el éxito en otros ámbitos (como Elaine May, muy popular como comediante junto a Mike Nichols). Hollywood era, hasta esos momentos, un territorio hostil a la aceptación e integración de las mujeres en puestos de responsabilidad y mando.
Kathryn Bigelow con el Óscar obtenido por la dirección de "En tierra hostil" (2008)
Bigelow, pintora expresionista-abstracta, llegó al cine como forma de rechazo al hueco elitismo del mundillo del arte neoyorquino y entendió enseguida que las películas podían convertirse en una herramienta excelente para provocar cambios sociales y respuestas viscerales en el público, enmascarando sus propósitos políticos o reivindicativos tras el disfraz de cine popular. Esto ha llevado a que muchas voces críticas hayan pasado por alto el subtexto (en ocasiones, directamente texto, tan sutil como una bofetada en la cara) presente en toda su obra. Cuestionada inicialmente por abordar su cine desde un punto de vista no feminista e ideológicamente difuso (algunos de sus títulos más populares carecen, incluso, de personajes femeninos destacados), su resiliencia, capacidad de adaptación industrial y talento obtuvieron una merecida reválida en 2010, convirtiéndose en la primera mujer en ganar el Óscar a la mejor dirección por En tierra hostil (y venciendo en su terreno a su exmarido y frecuente colaborador James Cameron).
Mientras su primer filme The loveless (en el que permea la influencia icónica de Brando en ¡Salvaje! de Laszlo Benedek) se inscribía en el marco del cine vanguardista e independiente, con un marcado componente experimental de raíces artísticas, desde su segunda película, Los viajeros de la noche, su primera producción realmente industrial, inscrita además en un género popular, como el terror, que había permitido, por su propia naturaleza de género barato y explotativo, que otras mujeres (Stephanie Rothman, Amy Jones, Barbara Peeters, etc.) debutasen tras las cámaras para productoras como la New World de Roger Corman, compitió en igualdad de condiciones y mano a mano con sus homólogos masculinos, demostrando repetidamente su talento para los géneros como la acción o el fantástico. Una de las mejores retratistas de la violencia en la gran pantalla, cuyo cine alterna éxitos populares y fracasos comerciales, Bigelow encarna a la perfección el cambio de paradigma del cine contemporáneo.
