La Asociación de cine Vértigo organiza en noviembre y diciembre de 2022, en el CICCA de Las Palmas de Gran Canaria, Fundación La Caja de Canarias, el ciclo “Ava Gardner (1922-1990)”, para homenajear a la mítica actriz estadounidense, “el animal más bello del mundo”, que el día 24 del último mes del año, víspera de Navidad, cumpliría 100 años.
Los títulos y sus fechas de proyección, en horario de 18:30 horas y con entrada gratuita, son:
“Forajidos”, de Robert Siodmak, 1946. (Lunes 7 de noviembre)
“Señal de parada”, de Léonide Moguy, 1946. (Lunes 14 de noviembre)
“La condesa descalza”, de Joseph L. Mankiewicz, 1954. (Lunes 21 de noviembre)
“La cabaña”, de Mark Robson, 1957. (Lunes 5 de diciembre)
“La hora final”, de Stanley Kramer, 1959. (Lunes 12 de diciembre)
“55 días en Pekín”, de Nicholas Ray, 1963. (Lunes 19 de diciembre)
Consulta o descarga el folleto: [pdf]
AVA GArDNER
Ava Gardner (1922-1990) nace en Carolina del Norte, es la benjamina de siete hermanos de una familia de aparceros del tabaco, que tras sucesivas mudanzas y la muerte de su padre a la edad de quince años, se establecen en un pueblo donde su madre lleva una casa de huéspedes. En una visita a casa de su hermana en Nueva York, una fotografía tomada como recuerdo por su marido y expuesta en el escaparate de su estudio, hace que la vea un cazatalentos de la Metro Goldwyn Mayer y esta peripecia termina con el famoso telegrama de Louis B. Mayer: "¡No puede cantar, no puede actuar, no puede hablar, es fantástica!!", ofreciéndole un contrato estándar con la MGM. Entonces, en 1941, dirige sus pasos a Hollywood en compañía de su hermana Beatrice, donde el estudio se encarga de formarla y transformar su imagen, pasando de ser una chica con un acento sureño cerrado al paradigma del glamour inaccesible.
A partir de entonces participa en numerosos papeles sin acreditar, mientras se casa con Mickey Rooney y luego con el músico Artie Shaw, hasta que en 1946 todo cambia cuando llama la atención por su papel en Forajidos, un préstamo para una producción de Mark Hellinger para la Universal. La MGM nunca estuvo conforme con la imagen de femme fatale que se estaba forjando e insistía en ofrecerle papeles más amables, como Mercaderes de ilusiones (The Hucksters,1947) o Show boat (1951). Sin embargo, su reputación (según una campaña publicitaria de la época) de “El animal más bello del mundo” se consolida con papeles para otros estudios, como Pandora y el holandés errante (1951) y Las nieves del Kilimanjaro (1952). Por fin logra acomodarse en la MGM cuando participa en dos películas dirigidas por dos directores legendarios, John Ford, en la reconocida Mogambo (1953), por la que resulta nominada al Óscar como mejor actriz, y George Cukor en Cruce de destinos (Bhowani Junction, 1956).
Desde ese momento su lugar en el panteón del Hollywood clásico de la postguerra resultó incontestable y sus papeles en grandes producciones se sucedían, tales como Los caballeros de la tabla redonda (Knights of the round table, 1953) o La condesa descalza (1954) que, con todos los reparos, puede ser considerada como una especie de historia autobiográfica, a Siete días de mayo (Seven days in may, 1964) o La noche de la iguana (1964), por la que resultó nominada al Globo de oro y los Bafta.
Mientras, Ava Gardner se había casado en 1951 con Frank Sinatra, con quien mantenía una relación tumultuosa desde el año 1949, vivió en Madrid unos años, se divorció, y comenzó a tener problemas con el alcohol. Finalmente, Gardner se mudó a Londres en 1968 donde mantuvo su domicilio hasta su fallecimiento.
Durante los años setenta interpretó varios papeles en películas de catástrofes, como Terremoto (1974), El puente de Casandra (1976) o City on fire (1979), hace un cameo como Lillie Langtry al final de El juez de la horca (1972), teniendo lugar su última participación cinematográfica en la olvidada Regina (Jean-Yves Prate, 1982). En la siguiente década, ya en los años ochenta, su carrera se orientó a la televisión, donde actuó regularmente bien en series, como Knots landing, o en miniseries, como The long, hot summer (1985) y A.D. (1985), hasta que en 1986 sufrió un ictus que le ocasionó una parálisis que le impidió seguir trabajando. Unos meses después de fallecer a causa de una neumonía en 1990 se publicó su autobiografía, Ava: My story.