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The pillow book

  • Casa de Colón 1 Calle Colón Las Palmas de Gran Canaria, CN, 35001 España (map)

THE PILLOW BOOK

Reino Unido - Austria - Holanda - Luxemburgo - Francia, 1996. Color. V.O.S.E. 126’.

Dirección: Peter Greenaway.
Guion: Peter Greenaway.
Fotografía: Sacha Vierny.
Montaje: Peter Greenaway, Chris Wyatt.
Dirección Artística: Wilbert van Dorp, Andrée Putman.
Música: Brian Eno.
Productora: Kasander & Wigman - Woodline Films - Alpha Films.
Interpretación: Vivian Wu, Yoshi Oida, Ken Ogata, Hideko Yoshida, Ewan McGregor, Judy Ongg, Ken Mitsuishi, Yutaka Honda, Barbara Lott, Lynne Frances Wachendorfer.
Sinopsis: Nagiko es la hija de una familia tradicional de Kyoto educada en el culto a las artes y las letras japonesas. Cada cumpleaños, su padre, experto calígrafo, traza en su cara los signos de una bendición tradicional. Al llegar a la edad adulta, Nagiko vive una existencia desahogada y banal como modelo de éxito en Hong-Kong, pero el recuerdo de aquel regalo despierta en ella la obsesión de que sus amantes le proporcionen placer escribiendo palabras sobre su cuerpo.

AFORO LIMITADO. ENTRADA GRATUITA CON INSCRIPCIÓN. + INFO: AQUÍ

Reseña:

La renovación del Japonismo en el marco de la Posmodernidad llevó a reconfigurar el plano de relaciones en el que se venía desarrollado el diálogo intercultural entre Japón y Occidente desde sus orígenes. En la medida en que la estabilidad política, el crecimiento económico y la mejora de las comunicaciones globales facilitaron un mayor acceso al conocimiento, la Historia de Japón pasó a ser observada en un espectro más amplio del que, en un primer momento, habían dejado ver los objetos e imágenes coleccionables del mundo Edo. Así, durante la segunda mitad del siglo XX, las muestras del pasado artístico japonés —en especial, aquellas más íntimamente ligadas a la práctica Zen como los jardines secos y la pintura a tinta— comenzaron a ser difundidas y reinterpretadas a la luz de un nuevo tiempo, a la vez que se generaban nuevas experiencias estéticas como la performance gutai, la fotografía are-bure-boke y la nuberu bagu cinematográfica, cuya actividad diversificaría el campo de acción japonista en los años previos a la irrupción definitiva del manga, el anime y los video-juegos.

Otro aspecto significativo fue la introducción de las letras japonesas en el mercado editorial, coronada por la concesión del Premio Nobel de Literatura a Yasunari Kawabata en 1968. Hasta el fin de la Guerra del Pacífico, la presencia de Japón en el panorama literario internacional se había limitado a un puñado de relatos y crónicas firmadas por extranjeros como Lafcadio Hearn, Rudyard Kipling o Enrique Gómez Carrillo, además de una breve lista de ensayos escritos por japoneses emigrados como Inazō Nitobe o Kakuzō Okakura. En este contexto, la publicación de textos traducidos de Kawabata, Jun'ichirō Tanizaki y, sobre todo, Yukio Mishima abrió la puerta a toda una tradición literaria que, enraizada en el obra seminal del Kojiki [712], había germinado con profusión en las alcobas cortesanas de la era Heian [794-1185].

Una de aquellas obras fundacionales, el llamado Makura no Sōshi o “Libro de la almohada”, escrito por la dama Sei Shōnagon hacia el año 1000, serviría al británico Peter Greenaway como punto de partida para componer un ensayo personal en torno a la naturaleza íntima de las imágenes. Desde la elección como protagonista de Yoshi Oida —actor japonés de sólida formación Nō que se introdujo en el teatro experimental europeo de la mano de Peter Brook—, hasta la ubicación del rodaje en la ciudad de Hong-Kong –principal puerta de entrada a Asia Oriental desde Occidente durante más de un siglo–, The pillow book asume una identidad abiertamente japonista que le lleva a combinar de manera ecléctica multitud de elementos propios de la tradición artística nipona, y en especial, de su particular escritura. Así, del mismo modo que el diario de Shōnagon —en realidad, una relación de comentarios sobre el buen gusto y la vida en la corte— puede leerse como un tratado sobre la belleza hecho a partir de pequeñas notas deslavazadas, la cinta de Greenaway se presenta como una colección de imágenes yuxtapuestas cuyo sentido, en ocasiones bizarro y ambiguo, discurre ajeno a las necesidades del relato, dejándose llevar por la sensualidad que conecta el rasgo caligráfico con el universo carnal de las estampas shunga. Esta “gracia erótica” del signo japonés apuntada por Barthes, que hace de las palabras una fuente de placer que no requiere significado alguno para expresarse, será aprehendida desde la infancia por la protagonista Nagiko —posible nombre real de Shōnagon—, empujándola en la madurez al deseo de convertirse ella misma en imagen. Un signo cuyo cuerpo, erigido conscientemente en soporte de la mirada de los otros, demandará insaciable nuevas formas de ser nombrado-acariciado por el trazo libre de la cámara.

Earlier Event: July 29
'El misterio Koumiko' y 'Tokyo-Ga'
Later Event: July 31
Isla de perros