Elaine May, una adelantada a su tiempo, para celebrar marzo en el CICCA

La Asociación de cine Vértigo organiza en marzo, mes de la mujer, en el CICCA de Las Palmas de Gran Canaria, Fundación La Caja de Canarias, el ciclo “Conociendo a Elaine May”, para homenajear a la actriz, guionista y directora de cine estadounidense, ganadora del Óscar honorífico en 2021, una de esas figuras femeninas de la industria norteamericana que aún debe reivindicarse con todas las de la ley: fue la única mujer dirigiendo películas en Hollywood en los años 70, la era del Nuevo Hollywood.

Los títulos y sus fechas de proyección, en horario de 18:30 horas y con entrada gratuita, son:

Consulta o descarga el folleto: [pdf]

Elaine May dirigiendo «Corazón Verde» (1971)

Conociendo a Elaine May

A pesar de poseer una filmografía relativamente corta, apenas cuatro largometrajes (los tres primeros realizados en apenas cinco años), Elaine May (1932) es una de las figuras más brillantes, auténticas y desconocidas del cine norteamericano de los años setenta.

Nacida en un ambiente artístico, su padre era un actor de teatro Yiddish, que la subía al escenario para interpretar pequeños papeles desde que tuvo tres años. Vivió una infancia trashumante, siguiendo a su padre, hasta que su temprano fallecimiento la llevó a asentarse en Los Angeles. Allí se casó a los 16 años, abandonó la escuela, tuvo una hija y se divorció al año siguiente, pero su inquietud intelectual la empujó a trasladarse a Chicago, donde su Universidad no exigía el título de secundaria.

Allí se unió a la legendaria compañía de improvisación The Compass Players, donde conoció a Mike Nichols, con quién formó un conocido dúo cómico que revolucionó el humor norteamericano por su estilo improvisado, inteligente, sofisticado y satírico. Su éxito los condujo a Nueva York, donde actuaron en la radio, la televisión y el teatro, consiguiendo establecerse como una de las comediantes más brillantes de su tiempo.

Elaine May, Mike Nichols y Dorothy Loudon en el programa Laugh Line (NBC, 1959)

Sin embargo, su inconformismo hizo que rompiera el dúo, encaminándola primero a Broadway y luego al cine. Fue la primera directora -después de Ida Lupino- en firmar un contrato con un gran estudio, Paramount, debutando en 1971 en la dirección con "Corazón verde", una comedia protagonizada por Walter Matthau y la propia May. La película, aclamada por la crítica, tuvo muchos problemas en la posproducción, debido a desacuerdos entre May y la productora, que terminaron resolviéndose en los tribunales.

Su siguiente película, "The heartbreak kid" (1972), una sátira sobre el matrimonio y las expectativas románticas en la Norteamérica de la época, contó con el guion de Neil Simon y fue un gran éxito, tanto comercial como crítico, y consolidó su posición como directora, convirtiendo al film en un referente del cine de comedia estadounidense de los años 70.

En 1976 dirigió "Mikey and Nicky", un sombrío drama criminal, muy alejado del tono cómico anterior. Protagonizada por Peter Falk y John Cassavetes, y realizada con un enfoque más independiente y cassavetiano, el rodaje abundó en el uso extensivo de la improvisación, lo que contribuyó a que la producción estuviera plagada de dificultades, exceso de metraje y de presupuesto, terminando en nuevas y largas disputas judiciales con la Paramount. No obstante, con el tiempo la película se ha revalorizado, siendo considerada actualmente una obra maestra del neo-noir.

Las disputas por la integridad de su obra terminaron por alejar a May de la dirección, pero continuó trabajando como guionista, escribiendo (sin acreditar) con Warren Beatty los guiones de “Heaven can wait” (1978) y “Reds” (1981), o “Tootsie” (1982). Con Beatty como productor y actor realizó “Ishtar” en 1987, una comedia que tuvo una producción costosa y complicada, a la que tampoco acompañaron ni las críticas, ni la taquilla, lo cual dañó seriamente su reputación, apartándola definitivamente de la dirección. Desde entonces se centró en la actuación y en el guion, volviendo a colaborar con Milke Nichols en "The birdcage" (1996) y "Primary colors" (1998), por la que fue nominada al Óscar al mejor guion adaptado.

Elaine May recibiendo el Óscar honorífico en 2022 (Chris Pizzello / Invision / AP)

Elaine May constituye hoy una referencia indiscutible por su compromiso inquebrantable con su visión artística, distinguiéndose por su valentía al desafiar el sistema de estudios, y por abordar temas complejos con un enfoque irreverente. Todo esto la convierte en una de las directoras más influyentes e inspiradoras del cine norteamericano.